¿Comemos por ansiedad?

Evitemos un círculo vicioso

Al comer de forma incontrolada y sin tener hambre real, podemos entrar en un bucle difícil de salir. ¿Por qué se da esto? Porque entramos en una rutina:

• Comemos porque nos hace sentir bien a corto plazo.
• Y al ser cortoplacista, otra vez aparece la ansiedad porque la causa no ha sido solucionada.
• Finalmente, ¿qué es lo que pasa?, que nos genera más ansiedad, y repetimos el mismo círculo una y otra vez.

Tengamos en cuenta que el comer no arregla la causa de la ansiedad, solo la cubre temporalmente. Entonces, es importante saber cuál es el problema que origina todo.

¿Qué puede generar la ansiedad por comer?

Las causas más comunes según el Instituto Europeo de Psicología Positiva, son:

• Baja autoestima: La inseguridad trae insatisfacción e incertidumbre en el día a día. Hay un vacío que buscamos llenar, muchas veces con la comida.
• Mala gestión de las emociones: Esconder, reprimir o contener las emociones negativas puede ser peor con el paso del tiempo.
• Exceso de autocontrol: Al querer controlar nuestras ganas de comer, podemos terminar ocasionando lo contrario, flaquear y comer en grandes cantidades.
• La comida como fuente de placer: Una buena comida es una experiencia agradable; pero no podemos encontrar el bienestar a través de ella.

¿Cómo podemos calmar la ansiedad por comer?

El instituto además menciona 7 técnicas que pueden ayudarnos a controlar este deseo.

1. Preguntándonos: Cuando tengamos necesidad de comer respondamos al ¿por qué tengo ansiedad?, ¿cuándo sucede? o ¿qué pienso cuando voy a comer?
2. Relajándonos: Practicar ejercicios de relajación de forma habitual ayudará a disminuir la tensión.
3. Aprendiendo a manejar las emociones: Hay que entender y aceptar nuestros sentimientos para poder hacer cambios en nuestras vidas.
4. Buscando otras recompensas: Pensemos en actividades que nos generan satisfacción y felicidad; pero que no tengan consecuencias negativas en nuestra salud.
5. Durmiendo bien: No dormir las horas suficientes ocasiona cansancio y cambios de humor, también puede aumentar las ganas de comer.
6. Realizando ejercicio físico: Esto ayudará a aumentar los niveles de dopamina (brinda estímulos placenteros) y a disminuir la tensión acumulada.
7. Cuidando la dieta: Hay que beber mucha agua, comer despacio, consumir más proteínas y menos azúcar.

Adicional a estas recomendaciones, debemos trabajar en nuestra autoestima: aprender a valorarnos y a confiar más en nosotros.

Si vemos que la ansiedad se mantiene y afecta nuestro estilo de vida, debemos acudir a un profesional en psicología para que pueda guiarnos y así, conseguir una solución. Recuerda, tú y yo somos importantes.

Así de simple podemos aprender a controlar nuestra ansiedad.

La Positiva Seguros.

Fuentes:

https://bit.ly/37WUXLl