3 ciclistas con algo en común: su pasión por la bicicleta

Conversamos con tres ciclistas. Cada uno, a su estilo, ha encontrado en este medio de transporte la cura para todo. Conoce sus historias.

Foto: Agencia Digital Liquid

Orlando llega montado en su bici, con su traje de ciclista ceñido al cuerpo. Nos sentamos en la terraza de un café para charlar. Él es un tipo esbelto y tiene 43 años. Quién iba a pensar que hace exactamente un año pesaba 105 kilos. Hoy, con tres competencias como ciclista profesional, quiere convertirse en uno de los mejores en su categoría.

Y si le preguntas cómo llegó a la bici, él te dirá: “por casualidad”. Durante una reunión con amigos, lo invitaron a participar de Free Bikers Perú, un grupo de ciclismo con el que entrena cada semana. “Necesitaba encontrar una actividad física que no fuera agresiva con mi cuerpo y mi estado de salud. El sobrepeso estaba afectando mi autoestima. Tenía ropa que no me quedaba y sufría de presión alta”, nos cuenta.

Llevar una vida más saludable no hubiera sido posible sin el apoyo de su esposa, María y sus dos hijas pequeñas. Tuvo que dejar atrás toda una rutina sedentaria donde las pizzas, las hamburguesas y las gaseosas eran parte de su dieta. “La bici no solo me ha permitido ganar años. También me ha enseñado a dominar mis miedos y a tener disciplina y autocontrol”, dice.

Orlando ya ha participado en tres rallys: San Pedro de Mala, Santa Cruz de Flores y Tres Cerros y va por más. Aunque por el momento, su objetivo, antes que llegar al primer lugar, es mucho más grande: ganar confianza en terrenos cada vez más difíciles. Pronto escucharemos su nombre entre los primeros de cada competencia.

Foto: Agencia Digital Liquid

“Ando en bici porque soy muy hiperactivo”, comienza diciendo Diego. Y no es para menos, literalmente, va en bici a todos lados. Y como biólogo y activista tiene muchas reuniones a las que se desplaza en su medio de transporte favorito.

“Si las discotecas tuvieran lugar para estacionar mi bici, estoy seguro que la llevaría. Aunque si voy a beber, no lo haría, hay que estar alerta a cualquier situación inesperada”, dice.

Diego empezó a andar en bici por necesidad. “Acababa de egresar de la universidad y no tenía suerte con la búsqueda de trabajo. Además, no quería que mis padres gastaran tanto dinero en mí. Así que agarré la bicicleta que encontré en casa para desplazarme a todos lados. El ahorro fue instantáneo y mi humor empezó a cambiar. Llegaba a todo feliz”, dice.

Aunque más de una vez, Diego ha tenido que enfrentarse a situaciones difíciles como ciclista. “Mi mayor problema cuando ando en bici curiosamente no son los carros sino los peatones. Yo entiendo que en la pirámide de la movilidad, la forma más saludable y sostenible para transportarse es caminar pero todo cambia cuando un peatón no respeta las luces del semáforo o trata mal a los ciclistas. Es una falta de empatía”, dice.

“ ‘Lima Cómo Vamos’ dice que tenemos más bicicletas que autos por persona pero la gente solo las usa un momento y para divertirse. No se atreve a ir por las autopistas porque no se siente segura. Con ciclovías más adecuadas y más señalizadas seguro que tendríamos más personas movilizándose en bici”, agrega.

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Tiene 60 años pero a cualquier persona con la mitad de años que él, le costaría alcanzarlo en bicicleta. Gustavo Alva Ducato pedalea a velocidades impresionantes. Sus más de 40 años haciendo rutas le han permitido tener un físico y una resistencia envidiables.

“A mi edad puedo pedalear hasta Callahuanca (62 km aprox). Montar bici me da velocidad de pensamiento, inmunidad a todas las enfermedades y la posibilidad de mantenerte físicamente activo. La idea es mantener la mente y el cuerpo equilibrados. Tengo 60 años pero mi cerebro no se siente de esa edad. Además, me gusta caminar entre 8 a 10 kilómetros al día para mantenerme en forma”, cuenta.

Y esta pasión por pedalear empezó desde que era muy chico, a pesar de las incontables caídas que le han dado más de un susto. “Recuerdo el día en que iba a conocer a mi esposa, Maffy. Mi hermano había pactado una cita a ciegas para nosotros pero un auto chocó contra mi llanta trasera y yo salí por los aires. Ella pensó que yo no quería ir. Pasé unos días en el hospital y nos conocimos después. Hoy llevamos 30 años de casados”, relata.

Gustavo nunca se ha inclinado por el ciclismo de competencia. Lo suyo siempre ha sido pasarlo bien y estar rodeado de buenas personas. Por eso, hoy dirige Wayra Wheels, un grupo que promueve el ciclismo de esparcimiento y de turismo.

Le pregunto cuándo va a parar, total, 60 años no son poca cosa. Él responde: “La bicicleta me tiene que parar a mí. El día en que la bici me diga que no, ese día me compro otra bicicleta (risas)”.

Hay muchas formas de empezar a andar en bici. Elige la que más te gusta. ¡Tu salud y el medio ambiente te lo agradecerán!